Uno de los Programas que más retos técnicos ha supuesto en mi carrera profesional ha sido, sin lugar a dudas, Scavengers. El mismo supuso una auténtica revolución en los programas concurso, integrando elementos nuevos que con posterioridad han sido asimilados como naturales por muchas otras producciones. El formato era realmente novedoso, siendo la primera vez que pudimos verlo en España y aunque sus resultados en cuota de pantalla no fueron el éxito rotundo que se esperaba, supuso un punto de inflexión en el tipo de entretenimiento que el público demandaba de la televisión en esos momentos y muy especialmente dentro del género concurso.
Diseñado para los “prime time”, fue producido por la Twentieth Century Fox, junto con Julian Grant Television, acompañados por la cadena privada española Antena 3, que se arropaba con la participación de distintas emisoras europeas y americanas (como Carlton Television).
Scavengers supuso una apuesta a favor de la innovación en la parrilla de programación de la televisión española por distintos motivos. En primer lugar las entregas tenían un corte futurista apoyados por escenarios y efectos que combinaban la dramatización tradicional con la nueva e incipiente realidad virtual. Fue todo un avance y un derroche de medios económicos y técnicos, que junto con las cuidadas pruebas que los concursantes tenían que superar (inéditas hasta el momento) dotaban la producción, a priori, de un gran atractivo.
En segundo lugar la participación de las grandes productoras norteamericanas e inglesas, que no se había dado hasta el momento, aportaba un formato de trabajo nuevo, distinto y basado en una tecnología desconocida en España. La mítica empresa británica Image Animation se ocupó de los magníficos efectos especiales aportando un motivo más para el éxito de la tan cuidada producción.
Recordando en su look a las entregas cinematográficas de “Alien” el espacio era conducido por Bertín Osborne, que venía de Tele5, al que acompañaba, en el papel de la androide “EVA” Olga Ojeda, su ayudante y compañera en las aventuras que ambos correrían, junto con el resto de concursantes, en la ya famosa nave espacial de la serie.
Todas las entregas se grabaron en los Estudios Pinewood de Londres, donde compartimos material, equipos e infraestructuras con la BBC. Todo un reto. Y un lujo para nosotros.
De esta producción guardo grandes recuerdos y un especial cariño por los integrantes del equipo humano (españoles y británicos) que hicieron del difícil proyecto una realidad palpable. Fue mi primera colaboración como Realizador de Programas fuera de España, ya que aunque venía de haber trabajado bastante en otros países y cadenas extranjeras (Canal 34 de los Ángeles, Crustel Televisión, Univisión…) lo había hecho dirigiendo cine publicitario, dirigiendo o realizando series documentales, como reportero y cámara, o desde mi relación con las teleproducciones hispanoamericanas y fundamentalmente con el famoso mundo de las telenovelas (del que escribiré en otro momento) en el que pude entrar, gracias al magnate de la televisión americana Pepe Crousillat, que me permitió conocer a grandes personajes del momento como Grecia Colmenares o la mítica guionista cubana Delia Fiallo.
La Dirección corrió a cargo de Chema Quero, uno de los grandes profesionales de la realización en directo, con el que ya había tenido la suerte de compartir otros programas. Gilles Leclair puso su buen saber hacer en la difícil producción, consiguiendo llevar a buen puerto aquel variopinto equipo internacional.
La grabación de los programas se llevaba a cabo en un enorme plató informatizado, en el ala este de los estudios, junto a otros espacios, donde se habían filmado en su día, entre otras muchas, las famosas películas de James Bond, el mítico 007. Pero también Superman, La Chaqueta Metálica, Batman, Misión Imposible, o Alien.
El concurso contaba con tres fases principales, acompañadas de dos grandes pruebas eliminatorias, así como diferentes subpruebas o misiones que los concursantes-protagonistas desarrollaban apoyados por distintos sketches y gags que proporcionaban el ritmo adecuado al mismo. También se escribieron magníficos guiones para las distintas secciones de humor e intriga que completaba la oferta.
La cadena (Antena 3) puso en el aire once entregas del Programa, que comenzaron con una audiencia de algo más de dos millones de espectadores y una cuota de pantalla del 15%, pasando a ser reubicado de la noche de los sábados a la matiné del domingo, donde los resultados no pasaron de discretos, a pesar de ser todo un fenómeno en la calle y de lo novedoso del formato.
Finalmente las audiencias del Programa se centraron en una media cercana al 18%, (creo recordar que un 20% las matinés) audiencia que muchos programas quisieran hoy para sí. Sin duda alguna Scavengers marcó un hito en la reciente historia de la televisión española, no solo por su formato innovador, cuidado contenido y excelente producción, sino porque además supuso un golpe de aire fresco en la programación televisiva del momento.
Allí estuvimos.